martes, mayo 15, 2007

Se busca un ídolo


El nuevo ídolo de San Lorenzo es un viejo ídolo de River. Y este último domingo, en el enfrentamiento entre ambos equipos los hinchas de cada bando quisieron demostrar el cariño y la idolatría por el Pelado. Los del Ciclón empapelaron las tribunas con afiches en los que se leía: "Ramon Cuervo". Y los del Millonario, también por medio de cantos y banderas hicieron saber que a Ramón se lo extraña.
Si bien todo forma parte del folclore del fútbol argentino, no parece algo menor este intento de arrebato de la hinchada azulgrana. Si hacemos memoria San Lorenzo carece de un jugador (o técnico) representativo desde hace mucho tiempo. Y encima, en los últimos años ha perdido el respeto por 2 jugadores que sí lo fueron, como Ruggeri y Gorosito en sus sendos pasos como DT.
En lo que respecta a jugadores, en el equipo actual algunos de los máximos referentes son el "Pocho" Lavezzi, por capacidad de juego, talento natural y ese aire de atorrante, y el "Cuqui" Silvera, implacable goleador. Y sin embargo, durante la pre temporada de comienzo de año el Pocho se negaba a entrenar con sus compañeros porque su intención era continuar su carrera en River, quien por entonces estaba muy interesado en sus servicios. En cambio el Cuqui, es un goleador que supo ser idolatrado por la hinchada quemera, clásico rival y archi-enemigo del Ciclón. También la "Gata" Fernandez ha sido mimado en su nuevo equipo con su buen arranque futbolístico.
Como si la perdida de su viejo estadio a manos de un hipermercado, o la mudanza al Bajo Flores siendo el equipo de Boedo o de Almagro no fuera suficiente, me parece que el hincha santo necesita un ídolo. Y en su casa no lo encuentra.

jueves, mayo 10, 2007

Localidades agotadas?


No es que me esté volviendo nostálgico, al menos en este caso. Pero cuánto extraño aquellas gloriosas jornadas en las que el relator radial decia "ya no cabe un alfiler!" Qué lindo era ver las tribunas realmente repletas de hinchas que saltaban todos pegados como hermanos siameses. Cuando la multitud era una marea humana que se movía en forma homogenea. Cuando cada peligro de gol era una avalancha que tenía su tope en el alambrado o en el playón que quedaba entre la tribuna y el cerco perimetral.
De a poco las formas fueron cambiando. A la crisis estructural que es la violencia en el fútbol desde hace ya muchos años, han ido apareciendo nuevas reglas -formales e informales- que contribuyeron (o perjudicaron) a que la concurrencia del público haya ido en descenso, y cada vez más pronunciado declive.
Actualmente, entre 6 y 7 de los 10 partidos que conforman una fecha del torneo de Primera División pueden ser vistos por televisión. Salvo uno de ellos, para el que es necesario comprar el abono adicional, el resto es televisado por canal de cable, e incluso uno por televisión abierta. A su vez, los mismos se programan para que no sean jugados en simultáneo, durante los días viernes, sábado y domingo.
Años atrás, resultaba imposible poder ver un partido de torneo local en directo por TV. Y mucho menos pensar en otro día que no fuera el domingo. Es decir, el domingo era el día en que jugaban los 20 equipos de la A, y el sábado todos los equipos de ascenso. Era la época en que en la cancha siempre había un compañero de tribuna cerca a quien le preguntabas cómo iba el partido de tal o cuál equipo y quién hizo los goles. Se vivía el partido que tenías frente a tus ojos, pero también se palpitaba y se sufría por lo que pasaba en los demás estadios. Otra posibilidad era escuchar los resultados de la fecha completa por los altoparlantes -la voz del estadio- durante el entretiempo y también al finalizar el partido.
Otra de las causas que hizo cambiar el hábito de llenar las canchas, es la reglamentación de la FIFA que obliga a los clubes tener a los asistentes sentados. O al menos a vender una entrada por cada ubicación disponible. Así es como los clubes argentinos a partir de esta disposición debieron ceder un volumen cercano al 25 o 30 % de su capacidad real.
Casi de manera simultánea, y me atrevo a decir que por iniciativa del presidente de Boca Juniors, muchos equipos que ante cada presentación hacían las veces de locales, empezaron a otorgar una cantidad significativamente menor para la parcialidad visitante. De esta manera, fueron los simpatizantes de los equipos cuyas hinchadas son las más numerosas los que se vieron perjudicados. En consencuencia, ya no es nada extraño ver que tan sólo unas 5.000 personas de San Lorenzo, Racing o River -por citar algunos- ocupan la tercera bandeja visitante de la Bombonera, cuando en los buenos años, aquellos solían copar tanto la tercera como también la segunda bandeja.
Como si todo aquello fuera poco, cada vez son más las entradas que se "venden" a través de hoteles 5 estrellas y agencias de turismo para los agraciados turistas extranjeros que visitan la Argentina. Claro que estos ingresos no son generados por la ventanilla popular y oficial.
Viveza criolla, que le dicen.

jueves, mayo 03, 2007

Tercer Mundo


El 23 de mayo nos podremos dar el lujo de volver la revancha de la final del 2005 por la UEFA Champions League entre el Liverpool inglés y el Milan italiano. En aquella oportunidad, el Milan de Crespo empezó arrasando con diferencia de 3, lo que parecía una goleada con sabor a humillación. Sin embargo en el complemento, la levantada inglesa liderada por Gerrard, forzó la definición a la serie por penales donde salió vencedor el cuadro británico.
Se trata de los dos equipos con mayor tradición copera en sus respectivos países, y de los mayores exponentes en el mundo. Y por supuesto que tienen con qué sostener este buen presente. El rossonero tiene una formación integrada por grandísimos jugadores de vasta experiencia, con un Kaká cuya espectacularidad ha sido determinante para acceder al partido definitivo. En cambio, los reds de Liverpool, juegan un fútbol más compacto, clásico inglés, con mucha velocidad e inteligencia.
Esta vez la cita final tendrá lugar en el Estadio Olímpico de Atenas, Grecia. Y como siempre será a un solo partido en un escenario confirmado antes de comenzada la competición, eliminando todo tipo de favoritismos.
Otra cosa que me parece interesante en cuanto a la organización es el calendario que ponen en práctica. Tal vez puede que en ocasiones se dilate demasiado pero igual es mucho más respetuoso que el que se utiliza en Sudamérica para la Copa Libertadores. En el caso de la Champions, entre el martes y miércoles de esta semana han sido definidos los finalistas, es decir el 1° y el 2 de mayo. Así que los equipos tienen poco más de veinte días para prepararse para la gran final.
Totalmente distinta es la realidad del máximo certamen sudamericano. Esta semana comenzaron las fases de eliminación directa. Y desde entonces, todas las semanas en forma consecutiva se jugarán los partidos hasta la consagración final.
También a diferencia de lo que sucede en el viejo mundo, el campeón será el que resulte de un enfrentamiento de ida y vuelta en condición de local y visitante, según el azar.
Por último, en estos días -si, durante la disputa del torneo- la Confederación Sudamericana ha decidido que en caso de convertirse como finalista un conjunto mexicano, aún cuando le corresponda ser local en el partido revancha, deberá revertirse la situación y disputarse el partido de ida en México, quedando la revancha en terreno sudamericano.
Esto se debe a que los equipos mexicanos al no formar parte de la CSF, ocupan plazas de invitados y como tales sabrán disculpar las molestias ocasionadas. Eso sí, los millones de televidentes que aporta la participación de los mismos son de muchísima utilidad.