miércoles, agosto 22, 2007

Enhorabuena


Hora cero. Comenzó la Era Bielsa y la expectativa es enorme. El hincha renovó sus ilusiones y confía que la participación en el próximo mundial de Sudáfrica es bastante más que posible. No se trata solamente de un cambio de Director Técnico por otro. Ha llegado al máximo cargo nacional, uno de los más prestigiosos entrenadores de fútbol a nivel mundial. Con él, están asegurados los atributos de seriedad, trabajo y honestidad, que es casi lo mismo que decir “profesionalismo”.
Sin dudas que el privilegio de contar con los servicios del rosarino pertenecen en primer lugar a los chilenos. Pero también para los hinchas del fútbol en general es una excelente noticia volver a ver en el ruedo al Loco Bielsa luego de una larga ausencia de casi tres años. Independientemente de los gustos y las corrientes futboleras particulares, su presencia en este ambiente tan mediocre por lo exitista invita reforzar los valores éticos y morales propios de él.
Decir que su estilo es un ejemplo parece un tanto obsecuente. Sin embargo para todo aquel que haya sabido apreciar su manera de manejarse con natural equilibrio en el fracaso como en el éxito estará de acuerdo con semejante sentencia.
Hace unos cuantos años atrás, a poco de ser contratado por Velez Sarfield, gracias a una amistad que lo unió a mi viejo he tenido la suerte de compartir un almuerzo con Bielsa. Todavía en ese entonces su grado de exposición no alcanzaba la enorme dimensión que ahora “no goza”. De cualquier forma escucharlo hablar con argumentos tan sólidos y contundentes era todo un placer para los amantes del fútbol como yo. Con el tiempo su fama ha ido creciendo de manera exponencial, y sin embargo, verlo manejarse en la misma línea de conducta es una satisfacción ajena que gratifica.
Me resulta innegable reconocer que me pone muy contento su regreso al trabajo, y no sólo eso: también me provoca un cierto sentimiento de envidia hacia los chilenos. Y por si hiciera falta, deseo que le vaya de maravillas.

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