
Tardó, pero un día llegó. Como debía ser. Como sucede con todos los goleadores. Alguna vez se encuentran frente a una racha adversa y postergan el grito. Debe ser bastante duro desde lo anímico, me imagino. Más aún en el caso de Carlitos Tevez, con pocos años de carrera, pero acostumbrado a los triunfos y los éxitos futbolísticos y viviendo en un entorno netamente ajeno en lo cultural. Aunque criado para luchar y darle para adelante, con la corriente en contra.
Por eso el festejo del primer gol de Carlitos Tevez desde su llegada al West Ham ha sido cuanto menos emocionante. Y demuestra que mantiene su condición de lider carismático totalmente ilesa. Verlo rodeado de hinchas y alrededor de éstos a sus compañeros tratando de encontrarlo para darle un abrazo, no hizo más que confirmarlo.
También es una confirmación que su equipo es el peor de la Premier, y que el descenso es el destino casi inmediato. Aunque estando el pibe de Fuerte Apache todavía no me animo a decirlo.
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