domingo, marzo 18, 2007

Tiempo de revanchas


Esta tarde hubo lugar para las revanchas. De esas que tienen sabor a venganza, y que se beben bien frías. Y en todos los casos los consumidores fueron los que defienden los colores azul y amarillo.
No me parece que haya habido un orden en tal sentido acerca de los beneficiarios, pero tal vez los "superamigos" Martín y Guillermo puede que sean los que están más satisfechos.
Guillermo volvió a jugar de arranque como titular luego de mucho tiempo, y participó en casi todas las jugadas en las que Boca le encajó cuatro goles en 15 minutos a su ex equipo y club de sus amores. Pudo demostrar que está a la altura de las circunstancias, y que su lugar de ídolo es incondicional, aunque su estado físico le haya pasado factura a raíz de su falta de continuidad.
Martín vengó indirectamente a los hinchas "pinchas" que lo silbaron la fecha pasada, y demostró con 4 goles y 4 gritos que es un goleador y un profesional indiscutido. Lidera la tabla de goles del Clausura y cada vez sube más entre los goleadores históricos del fútbol argentino.
Russo finalmente pudo romper la racha que le impedía festejar en la propia Bombonera. Ya sea sentado en el banco visitante como en el local. Y lo hizo nada menos que frente a Gimnasia. Justo él que tiene un fuerte pasado en Estudiantes.
Por su parte, Boca puede haber quedado limpio de aquella acusación en la que quedó implicado cuando tuvo que jugar los 45 minutos finales en los que el equipo de La Plata fue a menos. Hoy en un cuarto de hora metió 4 fuera de toda discusión.
Mientas escribo esto, el Burrito Ortega acaba de ganar el partido con el que River se trae 3 puntos de Quilmes. Vaya para él también el valor de la revancha.

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