lunes, abril 30, 2007

Pregunta concreta

Cuando en febrero de este año Boca detonó la bomba del mercado de pases con la obtención del préstamo por 6 meses de Juan Román Riquelme, las consecuencias de la exploción fueron de todo tipo. Tal como se dice desde hace algún tiempo, el inventor del Topo Gigio futbolero, divide las aguas entre los ultra defensores de su juego y los enemigos acérrimos de su estilo.
En el primer bando por supuesto, se agolpaban los hinchas boquenses, felices, ansiosos e ilusionados con el regreso del ídolo a su casa. A éstos además se sumaban los amantes del buen juego quienes se mostraron expectantes con semejante retorno. Y quizás con mayor moderación, también estaban los que consideraban que su figura jerarquizaba al futbol argentino como lo han hecho las vueltas de Verón, el Kily y el Piojo López.
Por el otro lado, la fila estaba conformada por los detractores del jugador, rencorosos por responsabilizar al 10 de la selección argentina de la eliminación del último Mundial. A quienes se alinearon los que no reconocen su calidad y categoría de elite, los que consideraban que ya había perdido su nivel de los tiempos de Bianchi, los que recordaban con pedantería su breve paso por el Barcelona como un fracaso, más los que se mofaban de la cifra pagada por la operación como una jugada destinada a fracasar.
Con menos de 15 partidos en su segunda versión xeneize, Román probablemente es hoy en día el mejor jugador de futbol por estas tierras. Luego de un comienzo que le ha servido para lograr su encuentro con sus nuevos (y viejos) compañeros, en los que (sólo?) se limitaba a meter asistencias de lujo, en los últimos partidos el 10 de Boca ha demostrado que está dinámico, proactivo, motivado y mentalizado en la meta del pueblo xeneize. Esto es obtener la Copa Libertadores o el Torneo Local, sino ambos.
Desde su regreso, hace tan solo 2 meses, el periodismo amarillo no se ha cansado de inventar a cada paso cantidades de chicanas y mentiras sobre J.R.R. Que Guillermo no lo quiere y hay problemas de cartel (cuando aún no se había encontrado con el resto del grupo), que vino a robar porque en España no tiene lugar (cuando luego de su debut frente a Central, Boca sólo empató en un gol en la propia Bombonera), que para qué vino si no juega los partidos de la Copa (cuando Russo no lo llevó a los partidos de visitante junto a otros titulares).
Con el transcurrir de los primeros 5 o 6 partidos Román empezó a encontrar su verdadero nivel, sin embargo las críticas maliciosas continuaban sin piedad. Que lateraliza y carece de profundidad y de sorpresa, que sólo juega los primeros 45 minutos, que no patea al arco.
Esta semana Riquelme fue el mejor jugador del partido que aseguró con un 7 a 0 a favor el pase a octavos en la Copa. Tres días más tarde, cuando repetía como figura con gol incluído la levantada parcial frente a Racing, y el DT decidió darle descanso los últimos 20 minutos enviándolo al banco, fue el mismo periodismo el que con asombro cuestionó a Russo el cambio realizado.
Ahora, me pregunto, en criollo: qué carajo quieren???

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