lunes, octubre 15, 2007

El pibe 10

En dirección opuesta a los que deseaban sus detractores, y superando lo que esperaban sus seguidores, Juan Román Riquelme una vez más se ganó un lugar en los primeros planos de prensa deportiva. En especial la correspondiente a Argentina, Chile y España. Bastó la certeza de su exquisito botín derecho en dos intervenciones de pelota quieta para que la sentencia fuera inapelable.
JR llegaba al Monumental para ser observado casi con la misma atención que el crack N°1 del momento, Leo Messi. Aunque los ojos que se posarían sobre uno y otro lo habrían de hacer con diferentes grados de severidad y exigencia. Es por esto que resulte tan difícil de explicar, desde la lógica, que un jugador de su categoría parezca necesitar someterse al juego de permanente estado de prueba.
Y cual problema de cálculo, fue el primero en saber descifrarlo desde sus conocimientos geométricos. Con tan sólo acomodar la pelota, mientras calculaba la fórmula mentalmente, se tomó unos segundos de concentración para dar la respuesta correcta. Orgulloso y felíz, pero sin soberbia, salió a gritar su primer aprobado con los brazos abiertos.
Pero pasaron 20 minutos para que surgiera un nuevo acertijo. Sus compañeros, confiados de sus condiciones, le otorgaron el privilegio para que lo respondiera. Y Román utilizó el mismo método para hallar la solución. Finalizaban los primeros 45 minutos, y sobraban los motivos para que quienes confiaban en él, con Basile a la cabeza, dieran lugar al desahogo con 2 golazos supremos.
Todavía se le seguirá exigiendo desde la vereda de enfrente como a un "moroso". A partir de ahora, cada tiro libre a favor que no finalice en gol será utilizado en su contra. En cada partido frente a Brasil en el que no sea el "gran" protagonista será señalado como un traidor. Pero Román es así. Es todo o nada. Lo tomas o lo dejas. Héroe o villano. ¿Hasta cuando seguirá sentado en el banquillo de los acusados?


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