jueves, septiembre 27, 2007

Donde hubo fuego...


El hombre es un romanticón empedernido. A punto de llegar a sus 64 primaveras, todavía tiembla con las sensaciones que le provoca el amor. En esta oportunidad, el fútbol. Esta actividad que lo mantiene ocupado desde el año 1960 al debutar como jugador recio, lo convierte en un sentimentalista extremo a la hora de definir los equipos que ha dirigido.
Es casi una confirmación por estas horas que Basile convocará para el primer partido de Eliminatorias frente a Chile a Riquelme. Es verdad que el seleccionador nacional supo declarar que los jugadores con falta de ritmo de competencia no tendrían lugar en el equipo argentino. Y sin embargo, a pocos días del debut, la convocatoria de Román sería una clara contradicción.
Veo esta situación bastante similar a aquella en la que el veinteañero asegura no sentir más nada por su ex novia, pero a la primera oportunidad en reencuentro cae rendido a los pies de su amada.
Cae de maduro interpretar que el Coco siente una atracción incondicional por el 10 ninguneado en el Villarreal. Pero la realidad indica que no existe en la actualidad futbolística argentina un jugador que ejerza el rol de armador del juego que el esquema del técnico pretende. D'Alessandro e Insúa serían los que por su naturaleza más cerca se encuentren para hacerlo, aunque parece que no conforman al cuerpo técnico lo sufieciente para asumir la responsabilidad.
Desde el momento en que se anuncie la lista de convocados con la inclusión de Riquelme, sabe Basile que se enfrentará a duros cuestionamientos de la prensa y los hinchas. Es una apuesta fuerte de su parte. Será el efecto que trae consigo la primavera? Será una apuesta al amor?

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